Este fin de semana se está llevando a cabo en Mazarrón el I Campus de Verano de Fotogenio, lo que viene a ser una edición en formato más reducido del Festival que tuvo su última edición en 2014 y que, supongo que debido a temas de presupuesto, ha decidido volver en este formato, que no reduce el número de días ni la calidad de sus ponentes, sino solo el tema del espacio, transcurriendo en el Hotel La Cumbre, en lugar de en grandes carpas cómo nos tenía acostumbrado.
A lo largo del fin de semana están pasando por allí, para realizar talleres, charlas o mesas coloquio, fotógrafos de diversas especialidades, cómo la fotografía de autor, el retrato editorial, la fotografía de bodas e infantil, o el fotoperiodismo, con nombres como Javier Arcenillas, Chema Conesa, Alberto García Alix, Diego Martínez, Victor Lax o Pepe Castro, entre otros.
De nuevo, y como viene siendo habitual, la dirección del certamen acierta mezclando a profesionales destacados de las ramas comerciales de la fotografía profesional con primeras espadas de reconocido prestigio internacional. Es más, y volviendo al tema del nuevo formato, casi diría que me gusta más así, con un enfrentamiento más íntimo entre el espectador y el autor, huyendo de la masa y del asalto de lo puramente comercial (me refiero a los stands de material y sus vendedores).
Lamentablemente, y como suele ocurrir últimamente, mi agenda no me permite acudir a la mayor parte del evento. Pero si tuve tiempo de acercarme a ver y oír a Alberto García Alix, quién no necesita presentación.
La intervención de García Alix comenzó con la proyección del video ‘De dónde no se vuelve’, un viaje que, a través de su obra, recorre su propia vida y la de los personajes que le rodean. Narrado en primera persona y con la poética que caracteriza a sus imágenes, nos cuenta la historia de una generación nacida para cambiar las cosas, pero con tendencia hacia la autodestrucción. Sexo, drogas y rock and roll a través del difícil arte del retrato que, como él mismo define, supone un enfrentamiento entre el fotógrafo y el fotografiado, en el que ambos se piden comprensión mutuamente. A lo que añade la excitación que le supone el poseer esas presencias, el como le alimenta.
Una vez concluido el video, se produjo un dialogo abierto entre el autor y su público, en el que García Alix se mostró como un tipo tranquilo, tímido al no tener la cámara como escudo de protección, pero con las ideas muy claras sobre lo que hace y por qué lo hace, que no hace apología pero tampoco se arrepiente de su forma de pasar por la vida, y que afronta, con la experiencia que le ha dado el pasado, el futuro que se le aproxima.
Un saludo y buena toma.
Autor: Joaquín Marín
Fotos: fotografosmurcia.net
0 comentarios:
Publicar un comentario
Respeta las opiniones de los demás y no descalifiques a nadie. Es importante tener educación.
La dirección de correo electrónico del usuario se guarda a meros efectos de establecer comunicación electrónica con el mismo en caso de necesidad legal derivada de su comentario o para el seguimiento de la conversación, y sin realizar ningún proceso de recopilación o asociación de datos de mala fe.