
Ayer, más de una semana después de su estreno, por fin pude acercarme a ver la exposición que conmemora los 75 años de la Agencia EFE en España, así como sus 30 años en Murcia. Las expectativas que se habían despertado en mí ante esta muestra eran bastante altas, ya que se trata de la cuarta agencia de noticias más importante del mundo y la primera en español, con 3 millones de noticias transmitidas al año y 900.000 fotografías, como ellos mismos indican en la nota de prensa que enviaron a los medios para promocionar su aniversario.
Sin embargo, la primera impresión que me dejó la exposición
no fue demasiado buena. La verdad es que me quedé un poco frio. Los que me conocen
saben que no me gusta hablar mal de un compañero. Y que, si algo no me gusta,
directamente omito escribir sobre ello. Pero, en este caso, no se trata de un
compañero, sino de una empresa de gran calado internacional y con muchísimos
recursos, que parece haber preparado esta muestra sin mucho interés.
Si bien hay que reconocer el valor histórico de las
fotografías, algo innegable, hay otros aspectos de la exposición que dejan
bastante que desear. Para empezar, el montaje y la calidad de las
reproducciones son bastante malos. Se podrían excusar en la antigüedad de
algunos documentos, pero el caso es que no mejora con los más recientes.
Probablemente se han gastado más dinero en el catering de la presentación que
en la impresión y montaje de las fotografías, algo de lo que ya hablaremos después.
Además, la selección de trabajos tampoco me parece la más
adecuada. En lo que se refiere a España, todo correcto. Recoge algunos de los
momentos más importantes de los últimos 75 años de la vida de España. Pero en
lo que hace referencia a Murcia, la selección parece hecha un poco al tun tun.
Se cuelan varias fotografías que no aportan nada, que no destacan una noticia
relevante, sino que caen en los regionalismos típicos para autobombo de la
excelsa belleza de nuestra tierra.
Por último, volvemos al tema de la presentación de la
exposición. Que a estas alturas, una exposición que recoge la historia de los
murcianos, de todos los murcianos, se presente a puerta cerrada para regocijo
de un selecto grupo de ‘personalidades’ y reyes del postureo, no hacer más que
reafirmar la pleitesía que los medios de comunicación rinden a sus auténticos
patronos, por mucho que alardeen de su independencia.
Aun así, os animo a visitarla, para que podáis hacer vuestro
propio juicio de valor.
Autor: Joaquín Marín
Fotos: FotografoMurcia
Fotos: FotografoMurcia
Me quedó la misma sensación, como si le hubieran puesto poco amor... ¡Me guardo vuestro blog!
ResponderEliminarVerdad? Gracias!
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