Tengo que reconocer que, cuando me acerqué a ver la exposición sobre la comunidad musulmana en Murcia ‘Mi vecina Taymia’, no tenía ni idea de quién era Teresa Martín, su autora. Pero el trabajo que había realizado llamó lo suficiente mi atención para que me interesara por esta fotógrafa, licenciada en periodismo y en documentación, y actual jefa de proyectos europeos de juventud en el Ayuntamiento de Murcia. Matete, como la llaman sus amigos, es, además, educadora social, y ha participado en numerosos proyectos de cooperación al desarrollo en programas entre América Latina y Europa, así como en la cuenca mediterránea y África. Al comenzar a hablar con ella en el espacio de Los Molinos del Rio donde se encuentra su exposición (hasta el 7 de junio podéis acercaros), me encuentro con una persona de carácter afable, segura de sí misma y que desprende compromiso en cada una de las palabras que pronuncia. Al terminar la charla, acabo convencido del buen uso que le he dado al tiempo de que disponía esa tarde.
¿Cómo se inicia el
proyecto?
En primer lugar, siempre he considerado que la información y
la imagen sirven, de alguna forma, para dar visibilidad a los grupos y a los
ciudadanos. Desde hace años, por origen familiar, he tenido mucha relación con
la comunidad musulmana. Mi familia ha vivido muchos años en Marruecos, y
siempre me ha interesado el hecho de que la gente entendiera que son nuestros
vecinos, gente muy amable y muy abierta que vive que nosotros, y que no podemos
pararnos simplemente en la apariencia externa, como el hiyab o la forma de
vestir y hablar. Lo que tenemos que hacer es mezclarnos, y ver que son gente
como nosotros, con sus anhelos y preocupaciones. Por eso, aunque hago
fotografías desde hace muchos años, cuando llegué a periodismo, lo que más me
interesó fue el fotoperiodismo, porque durante mi trabajo he realizado muchos
proyectos europeos, tanto con América latina como con África, sobre la
información, y la importancia de que la gente pudiera acceder a ella y
utilizarla como una forma de autoafirmación y como reconocimiento de grupo. Así
que, cuando tuve que realizar mi proyecto para la asignatura de fotoperiodismo,
decidí hacerlo sobre la comunidad musulmana. Además, tuve la suerte de
encontrarme con Mónica Lozano, que fue mi profesora, y que me reto para hacerlo
desde dentro. Así empezó, como un pequeño proyecto para la asignatura, que más
tarde se convirtió en mi proyecto final de carrera, y hasta aquí de momento.
Ha estado mucho
tiempo inmersa en la cultura islámica. ¿Qué es lo que más le ha sorprendido?
Aunque conozcas la
cultura musulmana, en muchas ocasiones no la conoces del todo, porque lo que
sabes es referente a como es en su país de origen. Pero no se te ocurre ahondar
en la cultura de los ciudadanos musulmanes que viven en España, que es muy
diferente, porque son ciudadanos españoles que tienen una visión muy distinta,
ya que todo tiene que ver con el entorno en el que vives. Aquí la comunidad
musulmana es muy variada, como puede ser la católica o la ortodoxa, o cualquier
otra comunidad que tenga una base sociocultural religiosa. Unos acuden a las
mezquitas y otros no van jamás. Gente que es creyente y gente que no. Mujeres
que no visten hiyab y no tienen intención de hacerlo y mujeres que sí. Y todos
son de entorno musulmán. Eso es lo que llama la atención.
También me sorprendió que siendo una comunidad tan numerosa,
con cerca de 90.000 personas empadronadas, no dispongan de mezquitas. Cuando
presenté este proyecto en Ceuta, a través de la UNED, me preguntaron lo mismo.
Y lo que me llamó la atención allí es que hubiera mezquitas. Yo entiendo, que
un país como España en el que se supone una libertad de culto, todo el mundo
tiene derecho a levantar sus templos. Por eso me choca que tengan que practicar
su culto en bajos comerciales y sitios pequeños, que, aunque los dejan
preciosos, no son los adecuados.
¿Es una comunidad
realmente integrada? Me explico. Por la parte que nos toca, ¿aceptamos los
ciudadanos locales su presencia e integración en nuestra vida cotidiana (en
puestos de trabajo que no sean en el campo, como médicos, funcionarios o de
sectores como servicios)?
Hay que partir de la base de que tú no sabes de qué religión
es tú médico o las personas con las que te relaciones día a día. Sólo te das
cuenta si llevan hiyab o no. Entonces, al principio, a la gente le choca, pero,
sinceramente, no creo que después le de la más mínima importancia. En Murcia
hay médicos musulmanes desde hace muchos años, ya que muchos sirios y
palestinos estudiaron en la facultad de medicina de Murcia. Además, también hay
muchos ciudadanos españoles de origen que, habiendo sido anteriormente
católicos, ahora son musulmanes. Si que creo que hay un rechazo a las
apariencias y a ver que hay otras religiones, pero cada vez menos. Hay que
normalizar la situación y seguir avanzando, ya que hay una nueva generación de musulmanes
en las universidades que está haciendo mucho por continuar con esa
normalización. Ahora sí, siempre habrá gente que piense que un país es sólo una
identidad, y eso no es cierto.
Este proyecto ya tuvo
una primera parte con una exposición en Ceuta a través de la UNED, y fue
premiado en el 2012 en la fiesta de la fotografía organizada por el colectivo
Cienojos y el museo de bellas artes. Ahora continúa con una nueva fase en Murcia.
¿Ya se ha cerrado o todavía tiene recorrido?
Bueno, como fotógrafo ya sabes la respuesta. Un proyecto
nunca se cierra, jamás. Yo creo que la fotografía va plasmando realidades, y
ésta va cambiando, por lo que te gusta hacer un seguimiento. En este caso, al
tratarse de una comunidad, ésta va evolucionando, y resulta interesante mostrar
esa evolución. Me interesa mucho como los niños han seguido avanzando, o si se
han abierto mezquitas. También puede ocurrir que se de el caso contrario, y se
vaya marcha atrás.
Como fotógrafo, ¿qué
objetivos se marca al plantearse un proyecto de este tipo?
Lo primero, como decía Mario Benedetti, la ética de la
fotografía. Utilizar la imagen desde un punto de vista ético para tratar de
mostrar lo positivo de una comunidad o de una persona. Se trata de hacer
visible lo que, aparentemente, es invisible. Ese era el objetivo, dar la imagen
variada de una comunidad y que no se quede en un estereotipo. Para eso, la
imagen es fundamental, porque se queda en la retina. La imagen guarda la
memoria de las emociones. La emoción de ver a alguien riendo, o de unos ojos
que te miran. Por eso elegí la fotografía, porque las palabras a veces se
pierden.
¿Ha cumplido sus
expectativas?
Yo espero que sí. He visto mucha gente en la exposición, que
no sabía que yo era la autora de las fotografías, y que comentaba si se habían
tomado en Marruecos. Entonces alguien le decía que no, que era en Murcia, y se
sorprendían de ver a una mujer musulmana votando, y claro, ya caían en que sería
española. En ese sentido sí se han cumplido mis expectativas, al subvertir la
imagen que tenían de esta comunidad, el que se den cuenta de que esto sucede
aquí.
La exposición se
enmarca dentro del festival Murcia Tres Culturas pero, en la actualidad, Murcia
es mucho más que tres culturas, con comunidades como la latina, rusa ortodoxa o
africanas en todas sus variantes ¿Qué iniciativas serian necesarias para una integración
real de todas las comunidades?
Primero tendríamos que pensar en qué tipo de integración y
cómo, porque en Europa hay dos formas: la multicultural y la intercultural. La
multicultural, como en el Reino Unido, hace que cada comunidad viva aislada. La
intercultural es la que mezcla, y es con la que yo me quedo, que es mucho más
rica y creativa. Además, Murcia es producto de la interculturalidad más
manifiesta. Por aquí han pasado multitud de culturas y eso, al final, en los
genes se está notando. Por eso creo que se debe de tender hacia una sociedad en
la que se respeten todas las culturas, en la que todos los ciudadanos entiendan
que vivimos en una sociedad democrática y laica, en la que todos tenemos
espacio. Además, siempre se ha dicho que la mezcla y el mestizaje producen
seres mucho más inteligentes y más felices.
Por último, ¿qué
nuevos proyectos fotográficos se plantea? ¿En que está inmersa en la
actualidad?
Estoy pensando en hacer un trabajo sobre los asentamientos
urbanos en las afueras de la ciudad y también tengo un proyecto pendiente con
un fotógrafo musulmán para mostrar dos visiones distintas de la comunidad, ya
que se plasma lo que mira cada uno. También me interesaría hacer un proyecto
sobre la comunidad judía en la Región de Murcia.
Autor: Joaquín Marín
Fotos: fotografomurcia.es
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